viernes, 14 de diciembre de 2007

Se vuelven a enfrentar


Se esperaba. Los aficionados japoneses se frotaban las manos con sólo pensar en la posibilidad de volver a ver en acción a dos de los equipos que más títulos han sabido cosechar en el ámbito del fútbol internacional: Boca Juniors y AC Milan, grandes animadores de los últimos años, definirán la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Japón 2007.
Y el duelo, esta vez, tendrá un condimento especial: ambos equipos ya se han enfrentado en la misma ciudad hace apenas 4 años. El 14 de diciembre de 2003, para ser más exactos, Boca y Milan definieron la Copa Toyota como flamantes campeones continentales de la temporada. Los Rossoneri, dirigidos por Carlo Ancelotti, llegaban como máximos candidatos a quedarse con el título. Finalmente, la alegría sería para los argentinos que conducía el exitoso Carlos Bianchi.



¿Aires de revancha?Un rápido vistazo a las listas de jugadores de ambos equipos, sumada al resultado de la final de 2003, nos brindará una reflexión sencilla: los italianos esperarán el partido del domingo con más ansias que lo habitual. En total, aún cuentan con 12 protagonistas que estuvieron presentes en aquella fatídica definición con remates desde el punto del penal.
Uno fue Paolo Maldini, el símbolo milanista que recordó aquella jornada triste a FIFA.com: "Hicimos un buen partido y fuimos superiores a los argentinos, pero no lo capitalizamos en el marcador y perdimos en los penales".



El eterno defensor no es el único que mantiene la diplomacia a la hora de declarar. Cafú, por ejemplo, también evitó hablar de revancha: "No me gusta llevar el término venganza al fútbol, sólo pienso en que será lindo ganar la final independientemente quién sea el rival". Con él coincide Clarence Seedor, el holandés que falló un penal en 2003 pero que se entusiasma "con la posibilidad de vencer y conquistar un nuevo trofeo más allá de que sea Boca el que está enfrente".


Claro está que para los tifosi, de seguro, la historia será distinta. Un sentimiento que comparte Kaká, el brasileño más mimado en el equipo rossonero. "Todavía recuerdo desilusión tras haber perdido el partido. Fue un golpe duro, pero ahora tenemos la posibilidad de reencontrarnos con ese pasado y resarcirnos", confiesa a FIFA.com. Aunque agrega: "Creo que con tantos compañeros brasileños en el equipo, este partido representará también una especia de Brasil-Argentina. Realmente quiero ganar este partido...".

Testimonios de una victoria En el equipo argentino, extrañamente, sólo quedan dos sobrevivientes de aquel compromiso. Uno es Fabián Vargas, el colombiano que ocupó un lugar en el banco de suplentes y que, lamentablemente para Miguel Russo, no podrá jugar de nuevo por haber sido expulsado ante Étoile du Sahel el pasado miércoles. El colombiano era una carta de victoria para los argentinos, ya que se coronó campeón en 2003 y en 2006, cuando estaba a préstamo en el Internacional de Porto Alegre.

El que sí estuvo y volverá a decir presente es Sebastián Battaglia. El volante Xeneize tiene aún sensaciones encontradas de aquella final: "Recuerdo que tuve que patear un penal en la serie y lo fallé. Fue todo muy extraño, la desilusión de no marcar y la alegría de ganar el partido", reconoce. Sin embargo, aclara que "volvería a patear ese penal. Si estoy en una final, y tengo el balón allí, voy y lo tomo de nuevo". Aunque reconoce: "Ojalá gane Boca nuevamente, eso es lo único que nos importa".

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